lunes, 2 de febrero de 2009

¿Que hacen los chinos un día de fiesta? (28 de Enero de 2009)

Tras las celebraciones del año nuevo numerosas ferias abren sus puertas en distintos parques de la ciudad, en la única celebración pública (a parte de los petardos) que se dan en Pekín.


La gente de este país celebra las fiestas recogidos en familia en sus casas, pero a lo largo de la semana de vacaciones también se juntan para pasear por las ferias o los parques.


Por eso hoy quiero dedicar este fotopost a las imágenes de un día de fiesta en Pekín.


¿Y que hacen los chinos un día de fiesta?


Pues por lo que parece, lo que más mola es ir a la feria a comprar gorros… ¿como diría yo?… bastante peculiares, además de artículos decorativos.


Téngase en cuenta que la vergüenza de los chinos no es comparable a las de los europeos.



Esta es la entrada a la feria del parque de Ditan



Entramos siempre bajo la atenta mirada y control de los guardias:





Como decía, en sus puestos se pueden encontrar un gran elenco de gorros festivos...




Que los chinos no dudan en lucir... con más o menos gracia...




















También se pueden comprar máscaras... ¿Obama compartiendo puesto con Bin Laden?



A los chinos les encantan los elementos decorativos... no se cómo llamarán a esto, pero hay quien lo ha bautizado en español como "mojón festivo"...



Y estas son manzanas caramelizadas... pero de cartón... su uso permanece siendo un misterio para mí.



Y por fín, en el recién estrenado año del buey, pude ver a alguien luciendo un gorro en su honor...



Y por supuesto es tiempo para comprar elementos decorativos patrios y que feliciten el año nuevo (recordad que 牛, que se pronuncia niu, como nuevo en inglés, significa buey, vaca en Chino).






Además de en las ferias, también se puede ver a los chinos pasando el día en los lagos, ahora helados. Esta es una vista del lago, Hou Hai, con las torres del Tambor (Gulou, la más grande) y de la Campana de fondo.



Y esta es la vista de la isla del centro, inaccesible en verano.




En el lago se pueden alquilar patines, bicis o asientos equipados para deslizarse por la capa de hielo. Aunque si os fijáis bien, sólo son sillas de pupitre de colegio con unas cuchillas soldadas en las patas. Aún así son bastante divertidas.





Se puede elegir una de las tres modalidades (bici, silla o patines)...




Pero hay quien se atreve a combinarlas...



Como podéis ver, familias enteras intentan hacer la conga con sus sillas en el hielo. Tras 15 minutos observándolos, he de decir que no consiguieron avanzar ni dos metros, pero si puedo decir que se lo estaban pasando en grande.



También hay quien prefiere sólo pasear por el lago helado, (hay que pagar 10 kuais, poco más de un euro para entrar). Eso si, esta china vino bien equipada para la ocasión, con sus tacones altos. Estuve esperando a que se cayera, pero no ocurrrió.




A los más atrevidos les espera la piscina al aire libre, este año vallada para que los patinadores no acaben pasados por agua helada. Aunque parezca una locura, por las mañanas hay muchos señores mayores (jóvenes no he visto) que se hacen sus largos matutinos de rigor.




En el otro extremo del lago, han acotado una pista que iluminan por la noche y que acompaña a los patinadores con música. El resto del lago está helado de manera, digamos, salvaje, pero esta pista la cuidan y cuando empieza a caer el sol, son muchos los que optan por comprar una nueva entrada y hacer cola para disfrutar del recinto preparado exclusivamente para el patinaje.




A pocos metros de esta entrada, en un pequeño Hutong cercano se puede encontrar a un Pekinés de pura cepa que lleva décadas dedicándose a afilar las cuchillas de los patines particulares, así como a alquilarlos.









¡Así se divierten los chinos!



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