domingo, 22 de febrero de 2009

Nieve Made in China

La capital de China está situada relativamente al Norte del país, de ahí su nombre literal Bei (norte) Jing (Capital). Precisamente por su situación, los inviernos en Pekín son muy duros. El año pasado la temperatura mínima fue de -11ºC, pero este mes de Enero, por ejemplo, hemos llegado hasta los -16ºC en el centro de la ciudad. Para alguien como yo que no está acostumbrada a estas temperaturas, y que prefiere el calor por muy extremo que sea, esta es la peor época del año.


Ayer me reía viendo este anuncio de unas botas rusas que está colgado en el magnifico blog addshots, que recopila los mejores anuncios de todos los tipos y productos a nivel internacional.



Es increible. Cuanto más frio hace, menos estupido te sientes.


Y me reía, porque el copy no puede ser más cierto. Y es que ha sido precisamente este invierno cuando me he dado cuenta de cómo el frío hace que el sentido de la estética se evapore. Un soleado pero gélido día de noviembre estaba paseando por Pan Jia Yuan, el mercado de las antigüedades, y uno de mis sitios preferidos en Pekín, cuando del frío que hacía empezaron a dolerme tanto los piés que llegó un momento que ya no sentía los dedos. Tardé horas en recuperarme.


En ese mismo momento decidí que al día siguiente iba a comprarme unas botas muy de moda en la ciudad (y por lo que he podido comprobar después también en el resto del mundo) pero que yo llevaba tiempo criticando por feas. Llamadme superficial. El caso es que ese día dejé de serlo. Me compré las UGG’s y desde entonces he paseado la mar de calentita el resto del invierno. He de decir que hasta les he cogido cariño, y puedo decir que hasta me gustan, porque como bien dice la sabiduría popular española: Ande yo caliente, ríase la gente.






Y por fin, cuando la semana pasada parecía que las temperaturas empezaban a elevarse tímidamente, de repente, el Miércoles, llegó la nieve.


Es algo que le ha venido muy bien al norte del país, porque las tierras de este lado del planeta se estaban resintiendo por la mayor sequía en 38 años, lo que estaba haciendo peligrar las cosechas de esta temporada.


Además del alivio de la sequía, la nieve dejó un blanco panorama en Pekín, que sacó la sonrisa de muchos. Siendo extranjero en China, es fácil moverse en un entorno internacional, y conocer a gente de distintos países. Una de mis amigas, oriunda de las Islas Maldivas, estaba entusiasmada con la nieve, y no dejaba de repetir lo bonito que estaba todo cubierto de blanco. Otro de mis amigos, natural de Colombia, no podía contener su felicidad porque era la primera vez en su vida que veía nevar.


Cual será su sorpresa, cuando se enteren como yo, de que resulta que la nieve caída del cielo no ha sido más que un resultado de los esfuerzos chinos por paliar los efectos de la peligrosa sequía que se alargaba ya más de 3 meses. Con este propósito las autoridades chinas lanzaron más de 500 estacas de yoduro de plata desde 28 bases ubicadas en los alrededores de la ciudad, según informa el Centro de Comando de Modificación del Clima, con lo que consiguieron provocar la nieve que según un ingeniero del observatorio meteorológico de Hebei, “ha llevado humedad a la tierra y podría terminar con la sequía”.


Los chinos, que no son en absoluto religiosos, se están aficionando a esto de ser dios y manipular las condiciones climáticas. Recordemos que ya recurrieron al yoduro de plata para provocar lluvias la semana antes del comienzo de los JJ.OO, y asegurarse de que tanto la ceremonia de apertura como los eventos deportivos no acabaran pasados por agua. Por supuesto, lo consiguieron.


Y es que ya no te puedes fiar ni de los fenómenos meteorológicos. Tendría que haber recogido uno de los copos, porque seguro que si los miras con un microscopio detenidamente, en la esquina inferior derecha se puede encontrar la famosa y reconocida marca de Made in China.



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