martes, 24 de febrero de 2009

China y EE.UU: Ni Contigo, Ni Sin Ti

Si ayer comentaba como la revista TIME apuntaba a China como uno de los culpables de la crisis financiera, hoy y en relación con lo anterior, quiero comentar la visita de la nueva secretaria de estado de la administración Obama, Hilary Clinton, al país asiático.

Es curioso como por un lado algunos tachan a China de participar directamente del desarrollo de la crisis, al prestar crédito barato y casi ilimitado a EE.UU., pero por otro, Clinton ha dejado bien claro, a su paso por Pekín, que el país norteamericano necesita que China siga comprando deuda estadounidense.

Según la secretaria de estado, China necesita que EE.UU. se recupere para que su mercado pueda volver a necesitar los productos importados desde China. En la situación actual, según Clinton “ciertamente vamos a subir o a caer juntos” aseguró. “Estamos en el mismo barco y, afortunadamente, remamos en la misma dirección”.

Por un lado es cierto que China necesita que EE.UU se recupere, para mantener exportando sus bienes. Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta Pekín en este momento es que, como consecuencia de la caída en el número de exportaciones, miles de fábricas han cerrado sus puertas en el país asiático dejando a millones de personas sin trabajo, lo que a la larga puede suponer un problema de inestabilidad para la sociedad china, además de la evidente ralentización del crecimiento de su economía. Por lo cual sí, necesita exportar.

Además el país asiático tiene en sus manos la mayor reserva de moneda extranjera, principalmente dólares estadounidenses, por lo cual le interesa seguir invirtiendo en Estados Unidos para que el valor de sus reservas no disminuya. Pero por otro lado, según los expertos, seguir invirtiendo grandes sumas en el país norteamericano puede desembocar a la larga en la depreciación del dólar, lo que no beneficiaría a la exportaciones Chinas, si no a las estadounidenses.

Ambas potencias se necesitan a nivel global, no sabría decir cuál más a quien, aunque me atrevería a aventurar que EE.UU a China, ya que el país asiático lleva años buscando su camino a través de fuentes no relacionadas con Norteamérica: principalmente África, Oriente medio y Sudamérica.

En cualquiera de los casos, por esta situación de interdependencia, durante su visita, Clinton ha dejado en segundo plano las, en otro tiempo, duras acusaciones sobre derechos humanos. Esto ha decepcionado a muchos, que ven a EE.UU. como el único capaz de presionar a China para conseguir mejoras.

En su participación en una conferencia en el marco de la cumbre mundial de la ONU sobre la mujer celebrada en Pekín en 1995, Clinton dijo cosas como:

“Creo que en la víspera de un Nuevo milenio, es tiempo de romper nuestro silencio. Es nuestro momento de decir aquí en Pekín, y para que el mundo lo escuche, que ya no es aceptable que se discutan los derechos de la mujer como algo separado de los derechos humanos.”

Clinton prosiguió su discurso con una lista de violaciones de los derechos humanos, como los abortos obligatorios, el infanticidio de niñas o las restricciones que Pekín impuso en ese momento en cuanto a la asistencia a esa misma conferencia.

“Si tiene que haber un mensaje que se haga eco de esta conferencia, es que los derechos humanos son los derechos de la mujer, y los derechos de la mujer son los derechos humanos. Y no olvidemos que entre esos derechos está el (derecho) de hablar libremente y el derecho a ser escuchado”

La entonces primera dama fue muy contundente: “Dejadme ser clara. Libertad quiere decir el derecho de las personas a reunirse, organizarse y debatir abiertamente. Quiere decir respetar los puntos de vista de aquellos que no están de acuerdo con sus gobiernos. Quiere decir no separar a los ciudadanos de sus seres queridos y encarcelarlos, maltratarlos, o negarles sus libertad o dignidad por la pacífica expresión de sus ideas y sus opiniones.”

En un nuevo milenio y con una peliaguda situación económica entre manos, Clinton ha dicho algo muy diferente a su paso por Pekín:

"Sabemos lo que van a decir (sobre los derechos humanos) porque he mantenido ese tipo de conversaciones con los líderes chinos durante más de una década."

“Vamos a continuar presionándoles… pero nuestra presión en estos temas no pueden interferir con la crisis económica global, el cambio climático global, y la seguridad”

Osea, que los derechos humanos no son lo más importante ahora mismo.

Hay que tener en cuenta que en cuanto a temas medioambientales China es un país clave. El año pasado se convirtió en el mayor emisor de gases del planeta y EE.UU sabe que en un futuro cercano, si pretenden implementar cualquier medida contra el cambio climático, tienen que contar con China para que el programa siga adelante y de sus frutos.

También es clave en mantener la estabilidad, como mediador, en varios puntos claves alrededor del globo, cómo Irán, Corea del Norte o algunos países africanos.

Es decir China, ya se ha hecho imprescindible a nivel mundial, el dragón se está despertando, y el país asiático ha llegado a la comunidad internacional para quedarse.

A partir de ahora ya no estamos en posición de exigir nada, si no de pedirle de buenas maneras que haga el favor de colaborar, lo que, la verdad y en mi opinión, no va a hacer que los problemas sociales y los derechos universales de los ciudadanos chinos se resuelvan de la manera rápida y eficiente que es necesaria para el equilibrio interno del país.

Poderoso caballero es Don Dinero, y añado yo, el Sr. Derechos humanos es un ciudadano de segunda.

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