viernes, 7 de noviembre de 2008

Taiwán: Cuestión de democracia o de economía

Ayer, leía el estado del Facebook de una amiga italiana que conocí a su paso por Pekín, y que ahora, curiosamente, vive en Barcelona.


Este estado, que siempre empieza con el nombre del usuario, es una frase que puedes agregar a tu perfil (tu ficha de información, con tu nombre, foto, fecha de nacimiento, etc.) y que puedes ir cambiando para expresar tus opiniones, estados de ánimo o lo que sea que te apetezca compartir con tus amigos.


En el Facebook (una red social parecida al MSN, o a la versión española Tuenti, pero más completa e internacional) también puedes comentar sobre el estado de tus amigos.


Pues bien, esta italiana decía algo así en el suyo:

“Ivana le pregunta a quién está viviendo en China: ¿Has notado algo extraño? ¿Algún comentario sobre Taiwán? ¡Prestad atención por favor! ¡Las elecciones americanas están distrayendo vuestra atención!”


A lo que yo comenté, preguntándole a que se refería: si al convoy de enviados Chinos que están de visita oficial en la isla haciéndose fotos con el presidente Taiwanés como si no llevarán 60 años inmersos en unas inestables relaciones diplomáticas; si por otro lado se refería a que están allí (los oficiales chinos en Taiwán) firmando tratados, y que ya han dicho que no van a hablar de política ni de asuntos militares hasta que los asuntos económicos estén zanjados (China tiene misiles apuntando a la isla, de la que reclama soberanía y considera parte indivisible de su territorio, aunque Taiwán lleva siendo administrado por un gobierno independiente de China desde 1949), o si por el contrario se refería a que los ciudadanos de Taiwán, movidos por DPP (Democratic Progresive Party) el Partido Democrático Progresista en la oposición, está protagonizando numerosas protestas por el acercamiento de su presidente a los oficiales de la China continental.


A lo que ella me contesta:

“Me han llegado noticias de un amigo mío Taiwanés.

La policía entra en las tiendas de música para retirar las canciones que suenan en el dialecto propio de la isla sólo por la presencia del convoy chino.

Los Taiwaneses no pueden sacar su propia bandera a la calle. El presidente Taiwanés no quiere que los enviados continentales vean ningún tipo de protesta.

La policía va casa por casa llamando a las puertas y pidiéndoles a los ciudadanos que no cuelguen la bandera de su país en sus balcones.

Mi amigo se pregunta si esto puede pasar en un país libre y democrático.

La gente tiene miedo de que tarde o temprano puedan perder sus derechos democráticos”


Lo único que yo sé, es que fue una elección democrática, ganada por un 58% de los votos, la que le quitó el gobierno al DPP entonces en control y llevó al poder a Ma Ying-jeou (el actual presidente de la isla perteneciente al partido Kuomintang), que se presentó ya en su candidatura con una posición pro-china, como expliqué hace meses en el post Acuerdo Histórico.


Entiendo el descontento de los Taiwaneses, que por la visita de los oficiales Chinos, están viendo como su presidente corta sus libertades civiles, lo que les ha llevado a salir a las calle a protestar y así complicarle la visita a los enviados continentales (lo que de paso debe estar crispando a Ma).


El problema principal es que lo que está sobre la mesa son relaciones comerciales y no políticas. En esta visita se han firmado acuerdos relacionados con la expansión de los vuelos directos entre China y la Isla y la cooperación en temas de envíos postales y en cuanto a la seguridad y el control de los alimentos. Y como es comprensible, el presidente no quiere cabrear a los que pueden llenarles los bolsillos de dinero.


Pero lo que la gente tiene que pensar no es que su presidente les está cortando las libertades, y que las van a perder. Lo que tienen que pensar, y por lo menos pienso yo, es que ellos, a diferencia de sus vecinos de este lado del estrecho, tienen la suerte de poder, democráticamente, votar en contra de este gobierno y volver a cambiarlo, quitándole el poder que le dieron hace ya ocho meses, si es que no les gusta cómo lo está utilizando.


Y es que eso es lo bonito de la democracia.

Y un privilegio que no tienen los chinos continentales.

No hay comentarios: