martes, 18 de noviembre de 2008

A la cama sin partido

Hoy una risa sorpresiva me ha atacado mientras leía una noticia sobre China en la BBC:


La televisión nacional China ha dejado de emitir partidos de la principal liga de fútbol del país, acusando a los jugadores de falta de “ética profesional”


Papa estado ha decidido que hasta que los jugadores no se porten bien, no les vuelve a sacar en la tele.


Y es que China, un país en el que el descontento popular y la agitación social es lo peor que le puede pasar al gobierno, no se puede permitir retrasmitir partidos deportivos (en este caso fútbol) en el que los participantes se pongan violentos.


Y no se lo pueden permitir, por que después los espectadores toman ejemplo y a la salida de los partidos arremeten contra el autobús del equipo contrario como pasó la semana pasada tras el Beijing-Tianjing, en el que los pekineses eufóricos se ensañaron con el vehiculo del visitante, sitiándolo a las afueras del estadio. Pero antes de esto, en el terreno de juego, se desencadenó un enfrentamiento que acabó involucrando a los entrenadores.


Si esto se pudiera de moda correría peligro el preciado estatus de sociedad armoniosa que tanto ostenta el Partido Comunista en ese país, y ¡Eso nunca!


Así que la CCTV ha retirado temporalmente los partidos de fútbol de la parrilla de su canal deportivo, y ha dado el aviso de que no restablecerá las emisiones hasta que la liga mejore.


Y yo me pregunto si esto es verdaderamente un solución. Porque si sigues dejando que los partidos tengan lugar, pero lo único que haces es no dejar que la gente lo vea, no estás solucionando el problema, solo lo estás escondiendo.


Y no retransmitir los partidos puede ser un castigo para los jugadores o los patrocinadores, pero hay que decir que si le preguntas a los chinos, te dirán que el fútbol nacional es una deshonra y que incluso el equipo femenino es mejor que es masculino. Soy hay que tener en cuenta que el equipo nacional se encuentra en el puesto 98 del ranking mundial de la FIFA.


Por lo cual no se hasta que punto los verdaderos amantes de este deporte seguirán la liga china, o si por el contrario solo prestarán verdadera atención a las ligas internacionales.


En cualquiera de los casos lo curioso de todo este asunto es que, en este país los altercados en los estadios, en vez de generar más polémica y contenido televisivo (como sucede en otros países, aunque sea para condenar semejante conducta antideportiva), en vez de eso, lleve a la cadena de televisión estatal a cerrar el grifo y a mandarlos a todos a la cama sin partido.


En el fondo este gobierno trata a los ciudadanos como niños de primaria, y acaba de decidir que este tipo de contenido es para mayores de 18. Y en las circunstancias actuales, a esta sociedad aún le queda bastante camino por andar para llegar a esa madurez que les permita ver partidos de fútbol moviditos sin que ello lleve a una revolución popular, o mejor, llegar a tener unos líderes que en vez de maquillar los problemas los resuelva.


Y es que aquí el partido también juega aquello del “pan y circo” para tener a la gente contenta, pero sólo si los payasos hacen trucos bonitos.

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