viernes, 14 de noviembre de 2008

Mirando por los consumidores

Hoy es noticia la nueva medida por la que ha apostado Estados Unidos ante el creciente escándalo de productos alimenticios contaminados, importados desde China: Una nueva alerta que avisa a los ciudadanos americanos de no consumir productos Chinos.


La Administración de drogas y alimentos (FDA) del país norteamericano, ha además extendido y reforzado las inspecciones de los productos que vengan del país asiático en busca de restos de melamina o ácido úrico, y desde ahora permitirá a sus inspectores requisar cualquier producto sospechoso de estar contaminado.


Hasta ahora la melamina ha sido encontrada principalmente en la leche y derivados lácteos como yogurt o la leche en polvo, pero también en huevos, bebidas, caramelos y comida para animales.


Recordemos que la melamina se usa para que los alimentos aparezcan, engañosamente, ricos en proteínas durante los test de calidad. Por este motivo, según la nota de Associated France Press "La FDA también examinará una serie de productos que contienen proteínas más allá de los simples productos lácteos o (productos) que contengan ingredientes lácteos".


Y es que esta es la única solución a este problema. Asegurarnos de la verdadera calidad de lo que consumimos por nosotros mismos. Todos importamos productos de China, pero sinceramente, no podemos esperar que sea ella la que tome medidas adecuadas e intensivas que se ajusten anuestras necesidades, y que a precios hiper bajos produzca bienes de consumo de calidad equiparable a la Europea.


Compramos a china por un motivo específico: los precios baratos y competitivos que ofrece. Pero ese recorte en los costes se produce a costa de algo, bien sea la explotación infantil, trabajadores mal pagados y trabajando turnos de 16 horas (lo que parece que hasta ahora no nos ha importado mucho) y en última instancia, una rebaja en la calidad del producto final, que es la que en este caso nos importa más porque perjudica directamente a nuestra salud.


Pues bien, en mi opinión, y espero que con el nuevo gobierno esto siente precedente, Estados Unidos ha tomado la decisión adecuada. Somos los importadores los que, al final, más debemos preocuparnos por los productos que consumimos, por los bienes que traemos del otro lado del planeta para repartir entre nuestros hogares.


Somos nosotros, nuestras organizaciones con nuestros baremos de calidad, nuestras regulaciones y nuestra tasa de corrupción menor que la de los gobiernos chinos locales, los que tenemos que darle el visto bueno a la leche y a los caramelos que tomen nuestros hijos, y la comida que les damos a nuestros perros. Y esperar que los chinos se preocupen por nosotros es hipócrita y naíf.


En cuanto a Europa, no conozco el caso de la industria alimenticia, pero si hablamos de otro tipo de productos, como juguetes o herramientas, existen 2 multinacionales que se dedican específicamente a probar los artículos y a certificar que los mismos cumplen con las normativas de calidad y seguridad requeridas por las leyes de la UE.


Por esto, cuando el verano pasado saltó a los medios el escándalo de los juguetes contaminados con pintura de plomo, lo primero que pensé fue, “alguien no está haciendo bien su trabajo, y no son sólo los chinos”.


Por esto, porque no podemos dejar nuestra salud en manos de personas corruptas y codiciosas que son capaces de envenenar a los bebes de su propio país con tal de llenarse los bolsillos de yuanes, por esto digo, hay que poner en marcha mecanismos que nos aseguren a los consumidores que los bienes que compramos no son de ninguna manera, no digo perjudiciales, sino, más perjudiciales que los que fabricamos dentro de nuestras fronteras.


De todos modos, viendo la otra cara de este asunto, de esta alerta contra los productos chinos, también suena un poco a medida proteccionista para alentar a la población hacia la compra de productos nacionales en detrimento de los extranjeros. Una tendencia que ya se dejó ver en la campaña de Obama, dirigida a crear puestos de trabajo en suelo estadounidense en vez de traerlo todo hecho de fuera, y que tiene bastante preocupados a los Chinos, viendo que pueden de esta manera perder como cliente a al mayor importador de sus productos.


Esto puede ser cierto, pero no seré yo la que critique una administración por, aunque sea con intereses encubiertos, preocuparse por la salud y el bienestar de sus ciudadanos y consumidores.


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