lunes, 17 de noviembre de 2008

Cuando se detiene a un Ex-presidente

La isla de Taiwán está siendo testigo en las últimas semanas de continuas manifestaciones y protestas populares.


Estas protestas están motivadas por diferentes razones, pero todas tienen un denominador común, el DPP (Partido Democrático Progresista).


Si la semana pasada os contaba en el post Taiwan: cuestión de democracia o de economía cómo las manifestaciones complicaban la visita de un convoy de oficiales de la china continental en viaje de negocios en la isla, dejadme que hoy os cuente como reacciona la población cuando arrestan, esposan y encarcelan a su ex-presidente.


El pasado martes 11 de Noviembre, el ex-presidente de Taiwán Chen Shui-bian era arrestado tras su comparecencia en la fiscalía. A su salida del edificio Chen, alzó sus manos esposadas gritando “¡Larga vida a Taiwan! ¡Persecución política!”




Y es que Chen y sus seguidores acusan al nuevo gobierno del Kuomintang (KMT) liderado por Ma Ying Jeou y su planteamiento de acercamiento a China, de estar detrás de este arresto, que aseguran es un trofeo político para complacer al Partido Comunista del otro lado del estrecho, lo que ha sido desmentido por tanto por el partido Taiwanés como por Pekín.


Las relaciones de Chen con sus vecinos continentales han sido bastante peliagudas. Desde que el KMT llegara a la isla en el 49 escapando de la victoria de las tropas comunistas de Mao al otro lado del estrecho, la isla ha tenido un gobierno independiente de Pekín, pero siempre bajo el liderazgo del partido nacionalista. Sin embargo en 2000 Chen fue elegido el primer presidente de la oposición, y ha sido durante sus dos mandatos y hasta 2008 un fiel defensor de la independencia de Taiwan frente al gobierno comunista que reclama la isla como una más de sus provincias.


Acusado de malversar unos 15 millones de dólares taiwaneses (360.517 euros), blanquear dinero, aceptar sobornos y falsificar documentos oficiales, Chen ha sido trasladado a la prisión de Tucheng en los suburbios de la capital, Taipei, donde puede estar detenido hasta cuatro meses, sin derecho a juicio.


Pero hoy, cinco días después de declararse en huelga de hambre, Chen ha tenido que ser ingresado en una clínica cercana a la cárcel con síntomas de deshidratación. Según la prensa de la isla, existen posibilidades de que se empiece a alimentar al ex mandatario de manera forzosa.


Mientras tanto, seguidores del que fuera líder del DPP, se agolpan a las afueras del hospital protestando contra el arresto que tachan de injustificado.


Según efe, partidarios de Chen planean una gran manifestación el 22 de noviembre en apoyo del dirigente independentista y en protesta por su detención preventiva.


Y es que una cosa es que la población le quitara el poder a Chen cuando en 2008 le sobrevolaba un aura de corrupción, y otra cosa, es que no se inmuten cuando, por una lado su nuevo gobierno se acerca a un archienemigo histórico, y encima por otro se detiene a su ex-presidente, que corrupto o no, siempre ha enarbolado la bandera de la independencia y la democracia de su isla y libertades para sus ciudadanos.


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