Con 3500 metros cuadrados y 6 pisos de todo rosa, esta súper tienda cuenta con un SPA, una cafetería, una heladería, un centro de diseño donde las clientas pueden crear a su Barbie ideal, una pasarela de moda, y como no, cualquier artículo relacionado con la icónica muñeca, desde zapatos, bolsos y vestidos de Barbie tamaño humano, hasta ropa de cama y demás accesorios. Además de por supuesto, una exposición de cerca de 900 muñecas colocadas en vitrinas de cristal a lo largo de tres plantas de escaleras mecánicas.
La página oficial de Barbie Shanghai está preparando un tour virtual por la tienda, aunque todavía no está disponible.
Según Mattel, una niña americana tipo posee una media de 8 muñecas. Las mujeres chinas de entre 20 y 30 años van por el mismo camino.
La famosa Barbie apareció por primera vez en las tiendas de las grandes ciudades chinas hace unos 5 años, y desde entonces ha sido todo un éxito.
Wang Yan, editora de 26 años de una revista de moda local, declaró esto en una entrevista de la msnbc: “Mi prima me regaló mi primera Barbie por mi 20 cumpleaños e inmediatamente me enamoré de ella (de la muñeca). Para mi es irresistiblemente bonita.” Esta mujer asegura tener a día de hoy 6 de estas muñecas.
Yo, por mi parte, nunca fui gran fan de Barbie, ni si quiera cuando era pequeña, por eso me produce una sensación revulsiva el ver a mujeres y madres comportándose como parvularias y esa tendencia de “soy una niña y por eso todo tiene que ser rosa a mi alrededor, y tengo que jugar con Barbies”
Pero el movimiento de Mattel me parece brillante, empresarialmente hablando.
Las mujeres chinas siguen siendo niñas hasta los 35. No lo critico, porque cada uno madura según los estándares de su cultura. Pero es un hecho, que las mujeres de este país asiático son muy infantiles. Así verás por las calles de Pekín a chicas que hace tiempo dejaron de ser niñas y están bien pasada la adolescencia, con camisetas de Minnie Mouse, con bolsos de dibujos animados, o con tapicerías de Hello Kitty en sus coches nuevos. Incluso en las oficinas se pueden ver a mujeres ya bien adultas decorando sus mesas con peluches y muñecos. Para mi concepción, un hecho espeluznante. Pero ellas parecen disfrutarlo.
De todos modos, que se puede esperar de las niñas de una cultura en la que sus padres les dejan de mostrar afecto en términos de besos y abrazos allá por los 6 años. Las mujeres crecen siendo niñas, y siguen manteniendo esta actitud a lo largo de su vida adulta. Ponen voces de niñas pequeñas cuando hablan con sus amigas como si fueran aun adolescentes y se comportan como tal con sus novios poniendo cara de pena y montando pataletas por las calles y andenes del metro.
Precisamente por esto creo que la tienda “todo para niñas” de Shanghai va a tener un gran éxito, porque mientras que en Europa la época Barbie se pasa cuando llega la pubertad, en China, esa etapa se extiende unos 15 años más.
No voy a entrar en el debate de si Barbie supone un estigma para la mujer, definiendo sus roles de feminidad extrema y debilidad y promoviendo unas medidas imposibles en las mentes de las niñas del mundo, y no voy a entrar en este debate digo, porque comparada con las nuevas Bratz, Barbie me parece una abanderada del decoro y la decencia incitando a las niñas a ser más princesas que golfas.
En cualquiera de los casos, la tienda más grande del mundo no podía estar en otro sitio que en China, y al menos me alegro de que sus ciudadanos puedan tener la opción de comprarlas, porque el mero hecho de tener opciones es lo más importante.
¡Ah!, y como no, ya están trabajando en una Barbie con rasgos asiáticos. Más allá de los ojos achinados, seguramente su constitución menuda se asemeje más a la realidad china de lo que se parece a la de las occidentales.
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