miércoles, 11 de marzo de 2009

No Apto Para Quejicas

Es increible la cantidad de dinero que ha dejado en las tiendas y comercios de la capital china los JJ.OO del año pasado, y se nota, por que sus dueños han empleado ese dinero en reformar, pintar y redecorar sus negocios.

Ayer me levanté con dolor de espalda, pero suelo esperar un día para ver si al dormir esa noche se me pasa. Sin embargo esta mañana, en vez de mejorada por el sueño, me he levantado con un pinzamiento horrible que no me dejaba casi ni moverme. Así que he decidido ir a darme un masaje al lugar habitual.

El sitio no es muy grande y está situado en Nanluoguxian, un hutong bastante popular que va de Norte a Sur desde Gulou Da Jie hasta Di An Men y que está lleno de cafeterías, restaurantes y tiendas.

Cual ha sido mi sorpresa, cuando al llegar, me encuentro un sitio completamente nuevo, recién reformado. Antes, el lugar en cuestión era bastante cutre, aunque yo iba allí por la calidad de los masajes y no por lo moderno del establecimiento. A diferencia de otros centros de masaje, este se aplica sus masajes en base a la medicina tradicional china.

Hay que dejar claro que los masajes chinos no son relajantes, como los tailandeses, sino que duelen un poco. Los esfuerzos del masajista van más encaminados a arreglar los problemas del espalda, más como un fisioterapeuta, que como un masaje ocioso de puro placer.

Precisamente este malentendido lleva a muchos turistas o desconocedores del asunto a pasar un mal rato cuando el masajista en cuestión empieza a apretar con fuerza la columna, los hombros o lo que sea que estén masajeando en cuestión.

También hay que tener en cuenta que los masajes normales chinos no incluyen que el cliente se desnude. Aquí los masajes los dan con la ropa puesta (masajeado y masajista) y además con una toalla por encima de la zona masajeada para evitar cualquier tipo de contacto. Y digo esto porque no sería el primer nortemericano que llega a uno de estos sitios de masajes y se desnuda por completo haciendo que a la masajista le de un desvaído.

Pero volviendo a mi pinzamiento, aunque también me gustan mucho los masajes de pies, hoy he ido específicamente a lo práctico: a por un masaje de espalda de media hora, que me ha costado 48 Kuais (5.50 euros).

Después de clavarme los dedos, el dorso de la mano, el antebrazo y hasta el codo por todos los sitios pertinentes, y de haberme dejado cada tendón y cada músculo en su sitio, y después de haber deshecho de todos los nudos de mi espalda, la masajista me ha ofrecido otro tratamiento para terminar con mi dolor: el scrapping o, en chino, Gua Sha.

Esto consiste básicamente en raspar la espalda en las zonas adecuadas y así abrir los poros para que, según ellos, “salga el veneno” y se libere la energía Qi. Gua significa “Raspar” y Sha significa “fiebre”, es decir, raspar la fiebre, deshacerse del malestar.

Ya lo había probado alguna otra vez, y la verdad es que funciona. Además la masajista me ha dicho que también era bueno para terminar con el constipado (que aun arrastro desde la semana pasada). Se supone que estos tratamientos son útiles para tratar desde fiebres hasta problemas respiratorios, como asma o bronquitis, hasta dolores musculares, fatigas o problemas digestivos.

Si es cierto que un amigo mío el año pasado, llegó a probar el cupping (el otro procedimiento en el que usan muchos vasitos de cristal que te adhieren como ventosas a la espalda) y dice que salió de allí sin restos del enfriamiento con el que llegó allí un rato antes.

Ambos procedimientos son bastante parecidos así que yo me he decantado por el scrapping, que ya conozco, porque tengo la sensación de que el cupping va a doler más. Pero iré a probarlo la próxima vez. Cada uno de estos cuesta 30 kuais (3.45 euros).

Para el Scrapping sí hay que quitarse toda la ropa de la parte superior del cuerpo. Tumbada boca abajo, la masajista me ha untado de aceite y ha empezado a rasparme la espalda con este cuerno, que se supone que es de vaca (y se realiza con la parte de la base, no con la punta), o también se puede hacer con un trozo afilado de madera especial.


La espalda se me ha quedado así.


Si es verdad que duele un poco, pero yo lo disfruto mucho, sobretodo porque sé que merece la pena sufrir durante media hora por los beneficios a largo plazo. Para el que no sea un quejica (y digo esto porque conozco a muchos que no lo soportan) os animo a probarlo, porque es fantástico.

Eso sí, os recomiendo que vayáis recién duchaditos, porque después del cupping y del scrapping, no os podéis mojar en las próximas 8 horas. La explicación es que ambos hacen que los poros de la espalada se abran, por lo que es contraproducente que se llenen de agua antes de volverse a cerrar.

Yo ya me siento mucho mejor, y aunque los efectos no son inmediatos, se por experiencias pasadas que dentro de unas horas estaré como nueva.

Os dejo a continuación la dirección y algunas fotos del sitio.

南锣鼓巷 95 号
Nan Luo Gu Xiang 95






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