jueves, 19 de marzo de 2009

El Que Ensucie Que Pague

China le quitó el puesto a EE.UU. en 2006, y se puso a la cabeza de la lista de los países que más contaminan el planeta.

Desde entonces se ha hecho obvio que si verdaderamente se quieren tomar medidas a nivel internacional contra el calentamiento global, va a ser indispensable negociar con China, tener en cuenta sus propuestas y asegurarse de que el país asiático está dispuesto a colaborar. En caso contrario cualquier buena intención caerá en saco roto.

Siendo este, el cambio climático que puede acabar con el planeta como lo conocemos, una de las principales preocupaciones de la sociedad global actual (después de la crisis financiera y económica, claro), el próximo Diciembre, 15.000 personalidades de 200 países se darán cita en la capital Danesa para intentar encontrar una solución.

Lo que sea que salga de esta cumbre, sustituirá al protocolo de Kyoto en 2010. Recordemos que Kyoto no fue firmado ni por EE.UU. ni por China, por lo que es de vital importancia que ambas potencias se pongan de acuerdo para poder implementar las medidas oportunas y así intentar, en última instancia, paliar un desastre medioambiental que ya está en camino.

Pero a meses vista del encuentro, ya empiezan las discrepancias. Y es que los chinos han decidido que a partir de ahora el que manufacture productos en China tendrá que pagar un porcentaje por las emisiones de CO2 que contaminan el aire de su país.

Bien pensado, algo tienen de razón, por que lo que en el fondo no es justo es que China manufacture millones de productos para la exportación y el consumo en occidente, contaminando su propio territorio, y luego sean los mismos consumidores de occidente los que tachen a China de contaminante extrema.

Hay que tener en cuenta que ahora mismo, tanto Europa como EE.UU. se han dedicado a outsource, o externalizar, sus fábricas, en gran medida por abaratar los costes, pero con la comodidad añadida de evitar que los malos humos se queden en sus casas.

Según Li Gao, el máximo negociador chino en cuanto a cambio climático, entre el 15 y el 25% de las emisiones contaminantes de china, provienen de manufacturar productos para la exportación.

Pero por otro lado, un ex ministro de medioambiente británico, Elliot Morley, ya ha apuntado a que la responsabilidad debería ser compartida entre exportador e importador, porque si bien es cierto que occidente se ha beneficiado de que sea China la que se contamine, reduciendo así las emisiones en sus países, por otro lado China también se ha beneficiado de estas exportaciones. De hecho ha basado su economía y su crecimiento de dobles dígitos durante años, específicamente en ellas.

Por otra parte China también dice que si por una parte ella es ahora la mayor contaminante del planeta, esto es algo reciente (y según Pekín excusable por su estatus de país en vías de desarrollo) y hemos llegado a la situación en la que ahora estamos debido a la industrialización durante década,s precisamente en occidente, por lo cual no debería ser China la que pagara el pato por las décadas de irresponsabilidad y contaminación en el otro lado del planeta.

Y yo creo que en cierta manera tienen razón los chinos.

Ellos ahora están contaminando más que nadie, proveyéndonos a los demás de productos baratos e intentando sacar adelante a su país. Los demás hemos contaminado durante décadas, y ahora que contaminamos menos porque es más fácil dejar que de la polución de encarguen los chinos y que nos manden ya las cosas bien empaquetaditas y limpias, ahora, empezamos a preocuparnos por las emisiones de CO2 y nos llevamos las manos a la cabeza por que los chinos son los que más lo emiten.

Claro está que el tema es peliagudo, y que no va a ser fácil poner de acuerdo a todos los implicados. Pero esperemos por el bien de la humanidad, que se empiece a poner remedio a nuestra continua persistencia en destruir nuestro propio planeta.

Todos hemos contribuido a que el problema exista. Todos tenemos que contribuir a ponerle solución.

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