martes, 3 de junio de 2008

Un respiro para el medio ambiente


Normalmente nunca me doy cuenta de que ha llegado el primer día del mes, pero este 1 de Junio ha sido fácil: Estaba en el supermercado, pensando por qué la cajera no me habría dado ya una bolsa para ir agilizando el proceso y no hacer esperar tanto a la gente de detrás, cuando de repente me pregunta si quiero una bolsa… “Si claro”, le respondo con la cara de póquer pertinente, mientras sigo pensando “¿esta es nueva o pretende que me lleve la compra hasta casa a rastras?”. Es esas estaba cuando veo que saca una bolsa más grande de lo normal y la pasa por el lector del código de barras. ¡Ah!, entonces lo entendí todo, ¡es que hoy es 1 de Junio!.


Y es que precisamente este 1 de Junio, ha entrado en vigor una ley en China que prohíbe producir bolsas de plástico ultra finas (esto es de menos de 0.025 milímetros de grosor) y además las que cumplan con los estándares admitidos no se podrán regalar.


Así, los supermercados, grandes almacenes y tiendas de comestibles, tendrán, que cobrar al consumidor por las bolsas, que hasta ahora y durante la última década han sido un producto libre de costes. Cierto es que cada empresa podrá decidir cuál es el precio de sus bolsas (aunque no podrá estar por debajo de lo que les cuestan a ellos), y que algunos ya han manifestado su preocupación, por la pérdida de clientes si el precio de la bolsa es demasiado alto.


El precio estándar es de 2 mao (2 céntimos de euro aproximadamente), que aún no siendo mucho, ayuda a que la gente empiece a llevar sus propias bolsas de tela a la hora de ir a la compra. Aquellos comercios que no se adhieran a la nueva ley, afrontarán multas de entre 5.000 y 10.000 Yuanes (500 y 1000 Euros respectivamente).


También es cierto que el Gobierno ya ha dicho que, por motivos sanitarios y de higiene, las bolsas que aquí se utilizan para envolver alimentos como la carne cruda y la pasta fresca, seguirán siendo gratis.


Está ley ha supuesto una gran embestida a una industria, que ya hace meses sufrió el cierre de la mayor fábrica de bolsas de plásticos del país, una de las 60 mil que se dedican a este tipo de producto, de las cuales 10 mil se encuentran solo en la provincia de Guangdong (El cantón) al sur del país.


Con esta ley el gobierno apuesta por un “cambio de hábitos” de sus 1.300 millones de ciudadanos, que utilizan 1.6 millones de toneladas de bolsas al año, para reducirlas hasta 1.1 millones de toneladas y dar así un paso adelante hacia la protección del medio ambiente, que bien necesita, a estas alturas, un respiro.


En total se consumen 3 mil millones de bolsas de plástico al día en China, y se necesitan, al menos 1.300 toneladas de petróleo, para fabricar las que se regalan, sólo en los supermercados también cada día. Estas cifras, referentes a las bolsas de plástico, que no son del todo degradables, y dañan el medio ambiente, hablan por si solas, y desde luego estaban pidiendo a gritos una medida de este tipo.


Nos va a costar un poco más a todos, pero creo que es un esfuerzo que merece la pena. Sea o no sea acción de marketing de cara a los JJ.OO., por una vez, puedo decir que Beijing es pionero en una medida positiva, que nos afecta y ayuda a todos, y que además deberían seguir muchos otros países (y no quiero señalar a nadie).


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