lunes, 1 de diciembre de 2008

El SIDA en China


Hoy es el día mundial de la lucha contra el SIDA.
Y China también está poniendo de su parte en la lucha.
El VIH/SIDA sigue siendo un tabú en el país asiático, lo que según fuentes oficiales está dificultando la prevención y control de la enfermedad.

El Ministerio de Salud Pública de China reconoció el domingo oficialmente que un total de 264.302 personas contrajeron el VIH en el país hasta finales de septiembre de 2008, entre los que se incluyen 77.753 enfermos de SIDA. También reveló que el total de personas fallecidas a consecuencia del SIDA hasta la misma fecha ascendía a 34.864 personas.






Hasta el momento, en China el SIDA se ha relacionado con drogadictos, homosexuales, prostitutas y víctimas de conspiraciones sin escrúpulos para la compra de sangre durante los 90.

Pero actualmente una de las grandes preocupaciones del país es el potencial de que la enfermedad se propague con más facilidad entre los casi 200 millones de trabajadores migratorios que se encargan de llevar a cabo la rápida expansión económica del país.

Según Reuters son un colectivo que está largas temporadas fuera de casa, aburridos y que con algo de dinero en los bolsillos se lo gastan en servicios de prostitución sin usar anticonceptivos, lo que les convierte en un caldo de cultivo para la contracción y transmisión del virus.

El desconocimiento y la desinformación es el otro gran enemigo del combate contra el SIDA: En un sondeo reciente, casi la mitad de los encuestados en seis ciudades diferentes pensaban que podían contraer el virus a través de la picadura de un mosquito, y casi 1 de cada 5 creían estar en riesgo si un seropositivo estornudaba o tosía cerca de ellos.

Cerca de 4 de cada 5 nunca han buscado información sobre VIH/SIDA; 2 de cada 3 se negarían a vivir en la misma casa que un infectado por el virus; y casi la mitad se negaría a sentarse a comer con uno de estos enfermos.

A esto hay que añadir que desde 1988 los enfermos de VIH/SIDA tenían la entrada prohibida en China. Según otras fuentes, este país no reconoció tener casos de afectados de VIH hasta el año 2003, y hasta entonces y durante años, atribuyó la presencia de la enfermedad en el país a la llegada de enfermos desde el exterior. A día de hoy todavía obliga a los extranjeros que viven en el país a demostrar que no portan el virus.

Y por supuesto el miedo a la discriminación también juega su papel. Temen ser despreciados por sus compañeros de trabajo y despedidos por dar positivo en el test, por eso muchos se niegan a hacerse la prueba. En el marco de una campaña de concienciación, el primer ministro de China, Wen Jiabao, visitó durante el fin de semana a gente infectada con el VIH/SIDA y agradeció al personal encargado de atenderlos en la provincia de Anhui, al este del país.









El querido vicepresidente, al que se le conoce por su cercanía con el pueblo (sea o no una estrategia de relaciones públicas) afirmó que los medicamentos antivirales deben incluirse en el catálogo básico de medicinas del país, y que "Donde existe vida hay esperanza. Todos nosotros nos preocupamos por ustedes. Su prioridad es recibir el tratamiento y la medicación".

Además, ayer durante un acto en el estadio nacional El Nido, se colgó un lazo rojo gigante, símbolo del compromiso del país con la causa.





Como en otros muchos aspectos, China tiene un largo camino por delante. Pero si se siguen tomando las medidas adecuadas, este país también podrá aportar su granito de arena a la lucha contra una de las grandes y más mortíferas enfermedades de esta era.

El primer paso, como siempre, debe ser la información.

No hay comentarios: