martes, 9 de diciembre de 2008

Ya me he graduado… ¿y ahora qué?

La creciente clase media china es una realidad que ha hinchado las esperanzas de muchos… todos quieren formar parte del nuevo estrato social. Por ello muchas familias han invertido, con mucho esfuerzo, en la educación de sus hijos, pensando que ser graduados universitarios les ayudaría a subir un paso más en la escala, abriéndoles un futuro más brillante y estable frente a ellos.

Este año China ha visto graduarse a 6 millones de estudiantes. Son en este aspecto una generación revolucionaria. A diferencia de ellos, los padres de estos universitarios no tuvieron opción de elegir. En su época y hasta 1981, el gobierno asignaba los trabajos de los ciudadanos sin que importara las aspiraciones o motivaciones individuales de cada uno. Hoy en día no es así, al menos en parte.

Los jóvenes de hoy pueden elegir acceder a la educación superior, aunque si no consiguen la nota suficiente para la carrera elegida, será el gobierno el que le recoloque en cualquier provincia del país, para cursar cualquier tipo de estudios. Esto significa que alguien que haya optado para estudiar Ingeniería química en Pekín, puede acabar, si no llega a la nota de corte, estudiando Historía del Arte en Guangzhou, sin ninguna opción para cambiar su suerte.

Según una de mis amigas chinas, esta es una de las principales razones por las que muchos estudiantes chinos empiezan a perder el interés y a suspender cuando llegan a su vida de universitarios.

Sea como fuere, estos estudiantes llegan a graduarse un día. Y aquí está el problema. Según el Profesor Yang Dongping, del Instituto tecnológico de Pekín “El número de graduados universitarios aumenta demasiado deprisa. En 2006 ya había 5 veces más que en 1999.” Y sigue aumentando, pero el mercado laboral no puede absorberlos al mismo ritmo.

Los estudiantes chinos están cada vez más y mejor educados, pero por el contrario no se crean los puestos adecuados y necesarios para estos recién graduados con grandes aspiraciones a trabajos cualificados y salarios altos.

Según The Guardian, los datos oficiales aseguran que 4 millones de estudiantes graduados en los últimos años todavía están esperando a encontrar su primer trabajo. Aunque el diario británico también advierte que los datos reales pueden ser más altos, ya que el sistema se fía de las cifras ofrecidas por las universidades, a las que les interesa mostrar que sus estudiantes encuentran trabajo fácilmente.

Y ahora bien, la crisis mundial no va a hacer más que empeorar este problema, y esto se ha podido ver en la última feria del trabajo en Pekín. 10 mil estudiantes y recién graduados universitarios han asistido a la feria para intentar encontrar un empleo y muchos de ellos se han visto frente a una masa ingente de competidores y han tenido que rebajar sus baremos en cuanto a la remuneración o la capacidad del trabajo en cuestión para satisfacer sus expectativas laborales y de esta manera intentar optar a un puesto, que no siempre llega.

Más de una cuarta parte de los 6 millones de licenciados el pasado mayo aún no han encontrado trabajo y es que con las dificultades que resultan de la crisis, muchas empresas han decidido reducir el número de empleados y no realizar nuevas contrataciones.

Uno de los entrevistados por The Guardian afirma que tras enviar 60 Currículums a diferentes compañías, solo ha recibido 10 contestaciones y ninguna oferta. Otra está dispuesta a trabajar por 1000 Yuanes (en vez de los 2000 o 3000 que esperaba ganar en su primer empleo). Muchos de estos estudiantes tienen familias campesinas a las que mantener o créditos estudiantiles que pagar.

Esta dificultad para incorporarse al mercado laboral después de haber pasado por la universidad, que muchos pensaban que era el paso mágico que les iba a facilitar la entrada, ha hecho que el pasado mes de Noviembre un número record de candidatos, tantos como 775.000 se hayan presentado a las oposiciones para optar a un puesto como funcionario público del gobierno.


Esto supone 130.000 aspirantes más que el año anterior, para sólo 13.500 puestos. Pero un sueldo asegurado y numerosas prestaciones sociales se presentan como una oportunidad sin igual para este colectivo de recién graduados que han visto como la gloria al final de su camino no acababa donde ellos esperaban, en la graduación, si no que el camino es mucho más largo y tortuoso.


Y sin duda han descubierto también que en los tiempos que corren la competencia va a ser feroz en la verdadera carrera que es la que ahora tienen que empezar.

Graduados, listos… ¡Ya!

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