lunes, 19 de enero de 2009

¿Sentimiento Maternal?

La política de un hijo único en china puede ser útil en algunos aspectos (en todos según el gobierno) pero en otros casos consigue que pasen cosas como esta:

Li Yingfang es una mujer de 36 años que ha sido condenada a muerte por un tribunal en la provincia de Shaanxi por haber contratado a un hombre para que estrangulara a su hijo de 9 años, y así ella poder tener otro hijo con su nuevo marido sin romper la política de hijo único que rige en China.

Pero dejadme que os cuente un poco más de la historia de la señora Li, porque es curiosa. Al morir su primer marido, le pasó la tutela de su hijo a la abuela del niño. Al casarse de nuevo, las leyes chinas contemplan que la nueva pareja puede tener un nuevo hijo legalmente si uno de ellos no tiene descendencia. Pero resulta que el nuevo marido de la señora Li ya tenía una hija de su antiguo matrimonio, así que Li decidió contratar a un asesino para que acabara con su problema: su hijastra. Pero o el asesino era un aficionado, o la niña muy espabilada, porque el caso es que la hijastra escapó de la trama sin morir. Lo que no dejó a la señora Li otra opción que mandar matar a su propio hijo, para lo que pagó 70.000 Yuan (unos 7.700 euros) a Wang Ruijie para que estrangulara a su hijo pequeño y se deshiciera del cadáver, lo que este hizo abandonando el cuerpo sin vida del pequeño en una cuneta.

Yo entiendo que la política del hijo único frustre a muchas madres y parejas, pero esto me resulta simplemente retorcido. Esta madre podía haber optado por tener otro hijo, con lo que se hubiera saltado la ley, y como pena habría tenido que pagar una multa al gobierno. Pero, recientemente he descubierto que aún pagando esa multa, esos niños no tienen derecho a los privilegios de los niños nacidos dentro de la legalidad. Por ejemplo no pueden acudir a los colegios públicos. ¿En qué se traduce esto? En que solo las familias con elevado poder adquisitivo pueden permitirse tener ese segundo hijo, no solo por el pago de la multa, sino también por los gastos que acarrea que ese niño no tenga pleno derecho en su sociedad. Seguramente la señora Li no tendría la capacidad de hacer frente a esos gastos y por ello tomó la inexcusable decisión que la ha llevado a la sentencia de muerte.

Pero, y siguiendo con el tema de la política de hijo único, existen otras situaciones en las que la ley contempla el nacimiento de un hijo legal: en el caso de pertenecer a una de las minorías étnicas, si ambos progenitores son hijos únicos, o si resides en las zonas rurales se te permitirá tener un segundo descendiente.

Esa es la ley, pero ¿cuál es el grado de aceptación por parte de la población? Según una reciente encuesta, no mucha.

Según China Daily, Jiang Fan, el viceministro de la comisión nacional de planificación familiar, declaró a raíz de la encuesta que “la reciente investigación muestra que al 70.7% de las mujeres les gustaría tener dos o más bebes. Algunas madres piensan que los hijos únicos pueden sufrir soledad y acabar mimados”. Además la encuesta asegura que el 83% de las mujeres quieren un niño y una niña.

Tras estas declaraciones, se ha comenzado a especular con las posibilidades de que el gobierno pueda plantearse el revisar esta ley. Pero si tenemos un poco de memoria, recordaremos que el año pasado, un oficial del gobierno también dio a entender a la prensa que la ley del hijo único podría estar siendo revisada, y días después, un portavoz salió al quite desmintiendo los rumores y asegurando que la obligación del hijo único seguirá vigente por lo menos una década más, para evitar que la población china supere los 1.400 millones de habitantes.

El caso es que a esta señora y madre Li algo no termina de hacerle buena conexión. Bien que quiera tener un nuevo hijo con su recién estrenada pareja, bien que por exigencias de guión no puedas tenerlo pero aún así sigas sintiendo la llamada de la maternidad… pero como de incomprensible es que por un deseo de sentimiento maternal, pretendas matar a un hijo que ya tienes para poder tener otro. La verdad es que a veces los razonamientos humanos (o la falta de ellos) me resultan incomprensibles.

¡Y lo peor de todo es que esta señora es capaz de mandar matar a su propia descendencia con tal de obrar dentro la ley! Es decir, me salto la ley porque voy a matar a mi hijo, pero como meta final es no quebrantar la ley gubernamental que me prohíbe tener más de uno.

¿Y estos son los chinos que van a dominar el planeta? Bueno, esta precisamente
ya no.

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