viernes, 16 de enero de 2009

Está pasando

Si tantas veces he dicho y repetido que la situación en China no podía durar, el mes pasado pudimos asistir a la prueba fehaciente de que algo se está moviendo en este país asiático.

Recordemos que a finales de 2008 se ha celebrado el 30 aniversario de las reformas de Deng Xiaoping que hicieron de China el boceto de lo que es ahora y será en un futuro, y lo que no es normal es que a la misma vez que el país avanza, se desarrolla, crece hasta ahora a un ritmo exacerbado y evoluciona haciéndose global en cuanto al aspecto capitalista y cultural se refiere, no es normal digo, que el Partido siga intentando mantener un monopolio político y un control férreo de la población al más puro estilo “dictadura durante la obsoleta guerra fría”.

Todo no se puede, y esto tenía que caer por su propio peso, y así ha sido: El 10 de Diciembre un nutrido grupo de 300 valientes (suena a la película de Esparta pero en versión asiática) colgaron un manifiesto en Internet, llamado Charter 08, que según The Guardian, emula su nombre del famoso Charter 77 de Checoslovaquia.

En el documento, publicado el mismo día del 60 aniversario de la declaración universal de los derechos humanos, constituye un llamamiento a la pluralidad de partidos políticos, condena los recientes esfuerzos de modernización por haber “despojado a los ciudadanos de sus derechos”, y apela a la reforma política y una nueva constitución liberal y democrática.

El periódico británico asegura que el manifiesto ha sido considerado como el mayor acto público de protesta contra el Gobierno Comunista desde los acontecimientos previos a la masacre de Tian an men de 1989. Y por ello, como era de suponer, la respuesta del gobierno no se hizo esperar. Según informa The Guardian algunos de los partidarios del manifiesto han sido encarcelados y al menos 70 de los firmantes originales del documento han sido citados o interrogados por la policía.

El conocido disidente Liu Xiaobo ha sido confinado a arresto domiciliario. El escritor Wen Kejian ha sido detenido en la ciudad resort de Hangzhou, cerca de Shanghai. La policía también ha registrado el domicilio en Beijing de uno de los principales autores del Charter, confiscando su pasaporte, sus ordenadores, sus libros y sus cuadernos de notas.

La policía ha incluso ordenado al Profesor Xu Youyu, un eminente filósofo de la Academia China de Ciencias Sociales, que se retracte de su firma en apoyo al manifiesto.

Y en cuanto al control sobre su divulgación en China, el ministerio de propaganda del gobierno central ha advertido a todos los medios de comunicación nacionales que no entrevisten o escriban ningún artículo acerca de ninguno de los firmantes del Charter 08.

Sin embargo, esto no ha evitado que el documento circule ampliamente por el territorio chino, que según diversas fuentes ha recopilado ya más de 7000 firmas.

Y es que la bonanza financiera, las libertades y el del deseo de usar tus derechos van de la mano. No puedes darle alguien una tarjeta de crédito para que compre un ordenador y luego esperar que no lo use. No puedes darle alguien libertad económica y a la vez intentar frustrar su libertad política e intelectual.

En mi opinión el error del partido ha sido pensar que podía zambullir a su población en el movimiento capitalista global, dejándoles comprar, vender y tener propiedad privada, pero seguir pretendiendo negarle el resto de las prácticas naturales que van con el desarrollo personal y total de una nación.

Los chinos están reaccionando. Está pasando, y antes de lo que yo esperaba. La mayor de mis preocupaciones es que, con el año de aniversarios (buenos y malos oficialmente hablando) que nos espera, el 20 aniversario de la matanza de Tian an men, el 50 aniversario del levantamiento antichino en el Tibet que acabó con el exilio del Dalai Lama y el 60 aniversario de la fundación de la Republica Popular de China, lo que más me preocupa digo, son los nervios que les están entrando a los mandos del partido, y sobretodo que estos les lleven a dar un paso más en la barbaridad por el control y por mantenerse en el poder.

Esperemos que la atención mediática que puede suscitar ahora mismo China, actuando los periodistas y blogger internacionales como denunciantes, haga que las iras y el miedo al cambio total del partido en el poder se vean refrenados.

¿Estaremos verdaderamente siendo testigos de un cambio historico en China? Me sentiría orgullosa de poder decirle a mis nietos que yo lo viví desde Pekín. Así lo espero.

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