viernes, 23 de enero de 2009

Cestas de Año Nuevo Chino

Resulta que los que vivimos en China y tenemos la suerte de poder viajar a nuestros países de origen durante nuestras Navidades, luego volvemos aquí y casi, casi enlazamos con el Año nuevo Chino (春节, Chūn Jié o Fiesta de la Primavera) al que debidamente dedicaré un post dentro de muy poco.

El caso es que este año el enlace ha sido más corto que nunca, porque esta fiesta nacional (la más importante del calendario chino, y que les otorga a sus ciudadanos una semana entera de vacaciones oficiales) al regirse por el calendario lunar es cambiante, es decir que no es como nuestra Nochebuena que siempre cae en el 25 de Diciembre.

Por ejemplo el año pasado la, llamémosla, Nochevieja china cayó en la noche del 17 al 18 de Febrero. Sin embargo este año toca del 25 al 26 de Enero.

Pues bien, el ambiente festivo ya se nota en la ciudad y como en las Navidades occidentales, las oficinas ya están celebrando las cenas de empresa. En la oficina de mi novio, que es el único occidental de una empresa china, la cena se hizo la semana pasada. Además de actuaciones rollo fin de curso en el instituto, donde cada grupo de trabajo (entiéndase departamento) se había preparado una performance, baile o canción para representar ante los demás, se hizo una especie de rifa o tómbola en la que sorteaban premios como teléfonos móviles o los famosos sobres rojos (红包 o hóng bāo) tan típicos en esta época que contienen dinero. A todo el que no le tocó un premio de los grandes se les repartió lo que podríamos entender por una cesta de Navidad.

Cuando mi novio la trajo a casa, me senté frente a la caja, cual niña la mañana de reyes, con una inmensa curiosidad por saber cómo sería una cesta de año nuevo chino.

Resulta que los que vivimos en China y tenemos la suerte de poder viajar a nuestros países de origen durante nuestras Navidades, luego volvemos aquí y casi, casi enlazamos con el Año nuevo Chino (春节, Chūn Jié o Fiesta de la Primavera) al que debidamente dedicaré un post dentro de muy poco.

El caso es que este año el enlace ha sido más corto que nunca, porque esta fiesta nacional (la más importante del calendario chino, y que les otorga a sus ciudadanos una semana entera de vacaciones oficiales) al regirse por el calendario lunar es cambiante, es decir que no es como nuestra Nochebuena que siempre cae en el 25 de Diciembre.

Por ejemplo el año pasado la, llamémosla, Nochevieja china cayó en la noche del 17 al 18 de Febrero. Sin embargo este año toca del 25 al 26 de Enero.

Pues bien, el ambiente festivo ya se nota en la ciudad y como en las Navidades occidentales, las oficinas ya están celebrando las cenas de empresa. En la oficina de mi novio, que es el único occidental de una empresa china, la cena se hizo la semana pasada. Además de actuaciones rollo fin de curso en el instituto, donde cada grupo de trabajo (entiéndase departamento) se había preparado una performance, baile o canción para representar ante los demás, se hizo una especie de rifa o tómbola en la que sorteaban premios como teléfonos móviles o los famosos sobres rojos (红包 o hóng bāo) tan típicos en esta época que contienen dinero. A todo el que no le tocó un premio de los grandes se les repartió lo que podríamos entender por una cesta de Navidad.

Cuando mi novio la trajo a casa, me senté frente a la caja, cual niña la mañana de reyes, con una inmensa curiosidad por saber cómo sería una cesta de año nuevo chino.




Yo andaba recordando la típica cesta española con su jamón su lomo y demás embutidos, su queso, sus turrones, botellas de vino o Champán… en fin lo normal en nuestra cultura, y cual fue mi sorpresa cuando al abrirla me encontré esto:





Bueno he de decir que en la caja ya ponía claramente frutas y vegetales… pero en el fondo eran todo vegetales. Una caja muy surtida teniendo en cuenta que lo más importante de esta fiesta china es el menú que se pone en la mesa, con decenas de platos, como no, cada uno con su significado (que prometo explicar en el post venidero), y que requieren mucha preparación y elaboración.


El problema que se nos plantea ahora es que la mitad de los ingredientes no sabemos cómo prepararlos, ni cómo cocinarlos. Especialmente el bambú, algunos tipos de setas (unas muy grandes que vienen envueltas en papel y las que están recubiertas por un plástico azul), una especie de calabacines amarillos, otra cosa que se parece a la batata y unas hojas verdes que huelen muy mal.





Pero como buena periodista de investigación, prometo enterarme que hacer con esta cesta (que más que de Navidad parece de la compra) y contaros nuestras nuevas aventuras culinarias asiáticas.


Mientras tanto, ¡váyanse preparando para recibir al año del Buey!




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