jueves, 14 de mayo de 2009

Rabietas Chinas

En Pekín, no es extraño encontrarse la siguiente estampa en el metro o en alguna acera en medio de la calle:

1. Una pareja joven de entre, aparentemente, 25 y 35 años (que con los chinos nunca se sabe), están de pie parados. Ella gritando con voz aguda y haciendo aspavientos, y él, con la cabeza agachada, sin rechistar, aguantando el chaparrón mientras los otros chinos viandantes les miran y se ríen.

Hay otra variante, la 2, menos escandalosa, que consiste en ella parada de pie, visiblemente muy enfadada, haciendo pucheros cual parvularia en medio de la calle, rehusando a reanudar el paso, y él intentando convencerla para que se mueva, para lo que la agarra del brazo, lo que lleva a que ella se enerve tanto que se suelta con un rápido gesto y, o bien se pone a llorar, o bien volvemos a la variante número1.

Estos episodios, que ya digo son frecuentes, me sorprenden cada vez que los veo y tiendo a simpatizar con el pobre novio que pasados los 20 tiene que seguir lidiando con una novia que actúa como si tuviera 6. Aunque ya se sabe que sarna con gusto… pues no pica. Lo único que me molesta es no entender mejor chino para poder ver cual es la falta tan grave que ha cometido el novio para merecer semejante reprimenda pública.

El caso, es que hoy he encontrado un video que está causando revuelo en la blogosfera China, en el que los protagonista son, aparentemente, una pareja de Shanghai, que ya han pasado los 35 de lejos, al menos él, y que montan el numerito en un concesionario.

Ella decide que quiere un coche, él le dice que no le va a comprar el coche, que no le pega, ella se enfada y responde ya con gritos y malas formas que sí, que claro que el coche le pega, él argumenta que cada vez que salen de compras es igual, que no le va a comprar el coche… todo esto ante el ojiplático vendedor… y entonces… la tarada de ella se mete en el coche y lo arranca “conduciendo” para adelante y para atrás dentro del concesionario haciendo caso omiso del novio y el vendedor que la instan a bajarse del coche. El novio, no se si movido por la vergüenza o por la rabia, empieza a gritar “!Para, para, ya lo compro, ya lo compro!” (wo mai le!, wo mai le!) mientras saca la tarjeta de crédito, se la muestra a la mujer y se la entrega al vendedor que se dirige al mostrador a hacer efectiva la compra.

Pero veamos las imágenes, que no tienen desperdicio.

El vídeo, que fue colgado en Internet hace 4 meses, ya ha tenido más de 1.7 millones de visitas y ha creado algo de polémica.

Unos dicen que no parece que la pareja sea de Shanghai por que lo que hablan es mandarín y no el dialecto Shanghainés. Otros dicen que puede que sea sólo un producto de márketing viral del concesionario o la marca de coches para publicitarse, y hay incluso quien, creyéndose la historia, aplaude a la mujer porque al final ha conseguido lo que quiere… y yo… yo simplemente alucino.


Fuentes: Reuters.com / Youku.com

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